Las heridas ya selladas por el tiempo no se hacían notar, tampoco brotaban lágrimas de mis ojos, pues ya estaban secos, mi corazón seguía inmóvil hasta este momento, te he vuelto a ver y ha sido un estruendo en mi inconsciente. Apareciste justo enfrente mío, mi cuerpo pálido y frio recordaba el tuyo como si fuera parte de el, lo llamaba, lo seducía, lo envenenaba , mis ojos te extrañaban, quería verte desde el primer momento en que marchaste y mi corazón volvió a palpitar, reconoció desde un principio quien eras tu, sonó una vez, sentí que mi ropa se movía al compas de los latidos mi corazón volvió a moverse desaforadamente deseo tanto poder estar cerca de ti que parecía salir de mi boca. Pero había algo en mi que no te quería, te odiaba, te detestaba.
Mi cabeza, era ella quien repelía contra ti, me hacia pensar de una forma inhumana, mi mente no quería ni un lazo contigo, de pronto un flash de imágenes inundaron mi consiente, recordé muchas cosas que pasamos juntos, veía imágenes hermosas de nuestros pasatiempos, veía los días importantes que pasamos juntos, veía regalos, fotos, caricias, recuerdo, de pronto un rayo de oscuridad mancho aquel lindo pensamiento y lo cubrió con amargura, lo cubrió con los hechos que acabaron con nuestro amor, recordé el por que no estábamos juntos, lo que tu hiciste, el daño que causaste, recordé por que mi cabeza no te quería, note por que en verdad ahora te odio.
Me saludaste, muy alegre, yo no sabia que contestar, me preguntaste ¿Estas bien?, Si- respondí, con una voz de ultra tumbas, una voz que no era mía, respondí por que tenia que responder, respondí sin pensarlo. Estaba lleno de rencores contra ti, mi mente estaba bloqueada con la ira, pero mi cuerpo actuaba como un imán, se sentía atraído, seguía tratando de mantenerme en forma para no quebrarme en mil pedazos, me sentía horrible, no sabia que hacer mucho menos que decir, estaba en shock.
En ese momento me dijiste - ¿Me gustaría hablar contigo, podemos ir a tomar un café por acá cerca?- No lo podía creer, me estabas invitando a conversar después de tanto tiempo, después de todo lo que había pasado, me estaban invitando a recordar y a morir emocionalmente de nuevo, no podía llegar y actuar tenia que hacer algo pronto, comencé a ver mis alternativas, salir corriendo, decir lo mucho que te odio, acepta la invitación. No sabia que hacer, una vez mas me preguntaste ¿Estas bien?-
Estaba en un colapso mental, que sabía que hacer, no podía hablar, no podía decir el odio que siento, mi cuerpo no lo perdonaría y me desarmaría calleándome a pedazos por las calles, tampoco podía pasar por alto lo que mi yo interno decía, que hago, me pregunte, que es lo justo, que es lo que debo hacer.
Si, iré contigo.- las palabras salieron de mi boca como si fuera otra persona la que estaba hablando, un dolor de cabeza se materializo en mi, ardía, quemaba, pero mi cuerpo estaba feliz, tu olor tu fragancia estaba cada vez mas fuerte, cada vez hacia que mi cuerpo perdiera los limites, sin embargo mi cabeza aun suplicaba un remedio contra ti, alguna pastilla para olvidar, no la había en ese entonces.
Me comencé a mover, mi cuerpo caminaba por inercia junto al tuyo, me guiaste hacia una plaza, en frente habían unos bares, unos restaurant, y un café con unas mesas afuera. Llegamos, elegiste una mesa, la mas apartada del lugar, te sentaste, imite tus movimientos, aun había esa guerra entre mi cabeza y mi cuerpo, no podía pensar, no podía sentir, mi cuerpo actuaba por si solo, mi mente estaba envenenándome de tanto odio.
He vuelto.- Me dijiste,
Ya lo note.- Respondí, una vez mas no sabia lo que hacia, ¿era mi inconsciente el que actuaba ahora? Que pasaba conmigo por que me auto maltrataba de esta forma.
Pero no se por que lo hiciste, debiste haberte olvidado de este lugar.- mi boca seguía moviéndose y repitiendo palabras impensadas, que estaba haciendo, me sentía poseído por mi mismo, una sensación extraña.
He vuelto por que quiero reencontrarme con lo que perdí, antes de que llegue el final.- dijiste con mucha cautela, y una especie de amargura en tus palabras.
Que dices.- mi mente comenzaba a procesar las ultimas palabras que emitieron tus labios, “antes de que llegue el final” aquellas palabras pasaban como aviones una y otra vez, por mi cabeza, no lograba entender a que se refería, en ese momento el dolor de cabeza que me acongojaba dejo de existir, ahora mi mente y cuerpo deseaban información tuya, sentía algo extraño, algo malo estaba por suceder y no me daba cuenta.
–Vine por que tengo cosas que arreglar, por que he dejado a tras todo, he perdido tanta gente, y quiero recuperarla, vine aquí para verte, es a ti a quien quiero y busco aqui.- Me dijiste con tanto orgullo. Una broma, pensé, esto es simplemente una broma, no podía permitir lo que estaba pasando tenia que salir de este lugar, pero ahora mi mente y cuerpo actuaban unidos por si solos, no dejaban que yo saliera corriendo, que tenia que hacer en este momento, no quería escuchar ni una mas de tus palabras, no quería amargarme la existencia otra vez, no tenia otra alternativa que quedarme.
no comprendo, por que vienes ahora después de tanto tiempo, si piensas que volveré contigo estas muy equivocada, no caeré en tus juego de nuevo, no lo are, así que puedes irte, pierdes tu tiempo con migo.- Hablaba y hablaba, no podía creer lo que me sucedía, el cuerpo actuaba por si solo, no hacia caso a mi cerebro.-
No sabes lo que dices.- Respondió. – estoy enferma, no me queda mucho tiempo de vida, tienes que escucharme, por favor.-
El mundo se estaba desmoronando, mi primer y único amor de toda mi existencia decía que estaba por morir, que no existiría mas, que dejaba este mundo, de alguna forma te odiaba tanto, pero no podía dejarte en este estado, no podía olvidarme de ti y que mueras sola.
Cuanto tiempo te queda.- dije muy eufórico.
No lo se, debe ser muy poco, unas semanas casi un mes, la verdad es que es relativo.- hablaste con angustia.-
Me tengo que ir.- dije, me levante del asiento, no sabia lo que estaba sucediendo, camine.
¡Espera! . – Gritaste con desespero.
¿Hablamos mañana ok?.- Te dije para poder salir de la situacion.
Ok, ven a buscarme en esta dirección, es una pensión donde me estoy quedando, pregunta por mi, ellos te guiaran.- dijiste pasándome una tarjeta, con un numero telefónico y una dirección minúscula.-
Tome la tarjeta y me retire, no sabia que pensar lo que quería era dormir y dormir y quizás no despertar. Camine, llegue a mi casa, no sentía no pensaba, simplemente actuaba, vi mi cuarto, lo cerré, cerré las cortinas, apague las luces, caí en la cama, no desperté.
Sonó el reloj, mis ojos estaba pegados, no querían abrirse, mire mi velador, apague la alarma, y junto a eso estaba el pequeño papelito de la tarjeta, me pregunte si acaso fue un sueño, quede meditando viendo la luz que entraba por un pequeño agujero de la cortina, me pregunte que horas eran, las cuatro de la tarde, había pasado un día entero, dormí un día, no podía creer, estaba ahí recostado pensando, que haría contigo, que debía hacer, mi cuerpo ya no estaba desconectado con mi cabeza, se unieron mágicamente, debió haber sido por el largo dormir que tuve, pero sin embargo tenia que hacer algo.
Te morías, te irías, no estarías mas junto a mi, tenia que perdonarte, tenia que demostrarte que aun sigo queriéndote, pero que sigo dañado, puedo hacer un sacrificio, se que lo puedo hacer, lo haría mil veces por ti, tenia que hacer algo, no podía dejar pasar esta oportunidad de hacerte feliz en este mundo el reto de vida que te queda.
Salte de mi cama, Salí corriendo caminaba buscando la dirección correcta, corrí y corrí para poder reencontrarme contigo, decirte lo que he sufrido, preguntarte lo que ha sucedido, decir que no me importa el pasado, decirte tantas cosas. Localice la calle que buscaba, Llegue a una casona, no había nadie fuera de esta, entre, pregunte si había alguien ahí, nadie respondió, parecía estar solo, fui al mostrador la dueña de la pensión no estaba, había una nota, decía, “habitación 06” junto a eso decía tu nombre, camine por aquella casa muy despacio, no sabia que pudiera ocurrir, camine y enfrente de un pasillo estaba la puerta numero 6, camine por aquel pasillo oscuro y tenebroso, toque la puerta, había mucho silencio, toque mas fuerte esta vez, guite tu nombre, no me respondiste, que diablos esta pasando me pregunte, toque la manilla, estaba abierta, abrí la puerta muy despacio, enfrente había una cama, con alguien ahí, pensé que estarías durmiendo, felizmente corrí a tu lecho me acosté junto a ti y sople tu rostro.
Hola.-
Puedes despertar ¿?.-
Hey!.-
Permanecias acostada durmiendo en tu lecho de muerte, no sabia que hacer, te movi, fije mi mirada en tu rostro, lo vi tan serca del mio que fue inevitable no poder besarte por ultima vez.