lunes, 1 de junio de 2009

La pasión en un beso

Esa noche nos encontramos, no sabíamos a donde iríamos con todo esto, no sabíamos nada acerca del otro, estábamos en un lugar desconocido a nuestros conocimientos, sin embargo nos mirábamos y era observar a un similar, éramos tan parecidos.
Te acercaste y empezaste a tocar mi cuerpo, hacia un frio inmenso, la temperatura bajaba y bajaba a nuestro alrededor, pero nuestros corazones latientes estaban aun vivos. Seguiste acariciándome, con esa ternura y ese deseo incontrolable, rosabas cada centímetro de mi cuerpo con tu dedos, yo no sabia que hacer, si mirarte, si seguirte, si evadirte, creo que opte por hacer lo mismo que tu.
Note que tu cuerpo estaba también helado, mis manos se pegaron a tu espalda, empecé tocar y a sentir tu calor interno, pero aun así no me quitaba el frio, mi cuerpo parecía inerte, seguí moviéndome quería experimentar cada sensación, cada textura, cada olor y es así como me acerque mas a ti, estábamos entrelazados de alguna forma extraña.
Mi cara estaba justo al lado de tu hombro, la tuya mirando la nada. En ese momento me apretaste a ti, es ahí donde sentí el fuego interno, tu cuerpo pegado al mío hiso un efecto secundario, lo hiso vibrar, esta vez nos estábamos entregando a la pasión inevitablemente, seguimos tocándonos, acariciándonos, sentir que estábamos vivos, le temperatura empezaba a subir, mi corazón apunto de la exploción, sin lugar a dudas quería mas, me tiraste al suelo, te acostaste arriba mío, seguiste tocándome pero con mas fuerza.
Ahora me besabas, sentía en mi cuello tus labios aun fríos, pasabas por mi garganta, bajabas hasta mi pecho, luego por mi abdomen, luego subías una vez mas y realizabas el mismo recorrido, era delirante, el un placer incondicional, ahora estábamos desinhibidos totalmente, sin pudor y miedo a nada, nos revolcamos entre el suelo, no nos importo quien pudiera oírnos o vernos, seguimos besando nuestros cuerpos, hasta que hubo un estruendo en el silencio, estábamos mirándonos fijamente, yo penetraba tu mirada y tu hacías lo mismo, como jugando a quien es el mas débil, me sonreíste, me seguías mirando, de pronto me acerque a ti te miraba a los ojos atentamente, me aproximaba a tu rostro te mire una vez mas, estabas muy atenta a lo que pasaría, en ese momento me detuve frente a ti y fuiste tu quien choco con mi cara, entrelazaste tus labios con los míos.
Me estabas besando con tanta ternura, y yo pasmado sin moverme, hasta que comencé yo a besarte, ambos nos movíamos silenciosamente, nuestros labios frotándose cada vez con mas fuerza, seguimos una línea, un placer tan intenso, que no terminaba.
Seguiste tocándome y besándome al mismo tiempo, procure de hacer lo mismo, ardorosamente con nuestra pasión a flor de piel, sentía tu cuerpo mas ardiente que nunca, el mío estaba en llamas, pidiendo a gritos que este momento no acabara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario